20 de Marzo: No propague el mal

Marcos 14:11 ¨ Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle.¨

Dios Amado, venimos a ti en este momento, para mostrarte nuestra gratitud por las bendiciones que diariamente nos otorgas, continua bendiciéndonos y bendice también a todo aquel que logre, ser consciente de esta interpretación de tu palabra, que hoy hacemos.

 

 

Amados, el perdón es una gran herramienta, que aligera el alma de todos aquellos quienes tienen motivo para otorgarlo, esa razón es simplemente que porque somos amados por Dios tenemos que tener un corazón puro y sin rencores que puedan entorpecer nuestra andanza por el camino de la salvación, nuestra conducta debe ser ejemplar, solo hacer el bien a nuestro prójimo el cual comprende a todas las personas. En este versículo, nos habla de que Judas fue a ofrecer a Jesús a los Jefes de Sacerdotes y Maestros, y se contentó porque le habían ofrecido dinero, entonces Judas esperaba la correcta oportunidad para hacer el mal, sin embargo, pareciera contradictorio pues para hacer el mal jamás existirá oportunidad adecuada, ya que somos llamados a hacer el bien, pues Dios nos ama, y como reflejo de ese amor, nosotros debemos esparcirlo. Pero bien, continuando el tema, tenemos prohibido maquinar el mal, abandonemos cualquier pensamiento de caer en actos errados, no propaguemos el mal, eso esta fuera de nuestra esfera de atribuciones, dejemos de sufrir o hacer a otra gente sufrir causando daños, tengamos en cuenta que el pecado promete mucho pero nunca cumple sus promesas. Practiquemos el buen hacer, las buenas actitudes, empecemos este objetivo hoy compartiendo el mensaje de esperanza que ofrece la biblia, sigamos la pagina de Facebook y activemos las notificaciones, con certeza estaremos contribuyendo a mejorar al mundo y a nosotros mismos.

 

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Dios del Cielo, tu que nos hiciste a tu imagen y semejanza, tu que eres perfecto, creador de todo lo que existe, ayúdanos a practicar la conducta que deseas que mostremos, permítenos hacer tu voluntad, obrando con el reflejo del amor que nos otorgas. Así te lo pedimos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

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