Miqueas 7:7 ¨ Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.¨
Oh Dios Amado, nuestras alabanzas sean para tu gloria, buscamos agradarte una vez mas esparciendo tu palabra a lo largo del mundo, por medio de este Sitio Web. Coloca tu bendición en el texto para que continúe tocando corazones con objeto de ser útil a los fines evangelizadores necesarios.
Amados, con nuestras acciones podemos ir contribuyendo para cambiar, sanar y corregir las conductas pecaminosas del mundo, pero siempre partiendo del amor para generar respuestas sinceras, comprendamos que todo proceso tiene sus fases, requerimos pasar por cada una de ellas completándolas totalmente para que los resultados sean los más satisfactorios. Para explicar sobre este versículo, primero tenemos que comprender un dicho popular originado de la sabiduría de los hombres del campo según el cual se establece que no hay que colocar la carroza delante de los caballos, lo cual se refiere a que para que las cosas funcionen bien, se debe respetar el orden correcto que debe esta establecido para un determinado caso. Sin embargo, actuamos colocando el caballo delante de la carroza todo el tiempo, porque invertimos las situaciones, en ese caso el orden de los factores si altera el producto, entonces ahora viendo el versículo, si estamos desesperados, esperemos en el señor, si no sabemos como actuar, vamos a calmarnos primero que todo, esperemos en el señor, aunque es difícil esperar, pero cuando esperamos en el señor esa espera se llama esperanza y debemos desarrollarla para que se produzcan los resultados deseados. La esperanza, reprime el miedo, ella devuelve el vigor, ella nos devuelve la sonrisa y la alegría. En esa cuenta de amor, depositemos nuestra esperanza en Dios, es el quien direcciona la vida de todos los seres vivos, creamos en Dios para que estemos más tranquilos, debido a que Jesús lleva nuestras cargas y pesares, entonces confiemos en Dios y esperemos en él.
OREMOS:
Bondadoso padre, te agradecemos por las bendiciones que nos otorgas, la manera en la cual nos proteges y nos apartas del mal, colocamos nuestras vidas en tus manos, ayúdanos a esperar en ti, ha no precipitarnos en decisiones y desarrollar la esperanza. Así te lo pedimos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.